De vuelta de Córdoba

Vuelvo de Córdoba sin un gramo de fuerza y con las fuerzas multiplicadas, porque las paradojas existen aunque uno no siempre las entienda. Aunque esta es de las fáciles de entender: una ciudad preciosa (aun a 37º), una gente de lo más amable y entusiasmo y pasión por la lectura como para estar ahí casi hasta las 9 de la noche. Me alegra que encontráramos la forma de abrir la maleta. Vuelvo con muchas ideas, además de muchas ganas, y algunos proyectos concretos de colaboración con las aulas, que ya corren. Iremos viendo y haciendo, o simplemente andando, que (no por ser muy conocido es menos verdad) es como se hace camino. Como primer paso, convertir el guión último en un artículo, aunque sea breve, que condense la propuesta. Mil gracias a Mariona y Mònica por la paciencia con la que me ayudaron a centrar el tema, elegir ideas y descartar posibilidades.